Festival de Cans. 2016. Con Irisarri-Piñera
Mediante más de 20.000 m de cordel de trapillo en 3 tonos del rojo al rosa flúor se procede a “tejer” durante 8 horas el cauce del rio que discurre a lo largo del valle donde se asienta el núcleo de Cans. Mediante esta acción se trata de desvelar el rio como, vector, actor, y soporte de todo aquello que nos relaciona con la vida. El rio se recorre una y otra vez trazando flujos dibujando líneas que se cruzan y entrelazan de manera desordenada y por otra parte se fotografía el proceso dando fé de la acción.
El resultado es por un lado el “tejido” físico real del rio y su sistema hídrico como huella efímera de una acción llevada a término siguiendo las experiencias de Richard Long y por otro la secuencia de imágenes que documentan el proceso de desvelamiento de un Paisaje. Accion e imagen , cuerpo y mirada como binomio imprescindible en un posible entendimiento del Paisaje en oposición al modelo sancionado desde la Historia del Arte, que explica el paisaje exclusivamente desde su representación, como pintura, y que comienza en el Renacimiento y ha tenido episodios tan señalados, en Patinir, Claudio de Lorena, Poissin, etc . Hasta tal punto que aquello que consideramos propio de la pintura “lo pintoresco” ha quedado definitivamente asociado a la idea de un territorio representado sobre el lienzo según unos cánones compositivos que estos pintores de “Paisajes” fueron fijando. Esta idea de composición plana sobre el lienzo, ha sido hasta tal punto exitosa que ha transformado realmente nuestros territorios en “paisajes” bien sea en rigurosas perspectivas centrales siguiendo las enseñazas de Le Notre O en autenticas composiciones pintorescas al modo de Capability Brown y otros. Esta Supremacía de lo visual o en palabras de Martin Jay “el antiguo régimen escópico” será cuestionada en el siglo XX desde Bergson a Merleau-Ponty y se inicia con llegada del impresionismo, en un retorno de la imagen a la sensación, al gesto y por ultimo al cuerpo.
La vuelta al cuerpo, al gesto… al cuerpo sin Organos de Deleuze, nos obliga a un nuevo acercamiento al Paisaje. La reciente Literatura que aborda el paisaje no, como representación plana sino como experiencia no retiniana vinculada al paseo, al andar (Walkscapes, Francesco Careri) asi como de Figuras del Land Art tales como Richard Long, Walter di Maria, Robert Smithson, incluso Carl André son referencias evidentes en ¨Ao fio do rio”…Desvelar el rio, hacerlo evidente, mediante el color extremo, la sensación, la percepción cruda como primera huida de lo pintoresco al modo de los primeros impresionistas y al mismo tiempo tejerlo en un rastro de color de los cuerpos ausentes que en un dia lluvioso empapados, fatigados encendidos lo aprehendieron en trazos, líneas, rastros, que son finalmente movimientos y gestos.
El Paisaje desvelado es aquel que moldeó miradas y cuerpos y que la tiranía del ojo y la representación hizo desaparecer.
El rio, el sistema del agua, recorrido secularmente, una y otra vez caminado y visto, es el paisaje primigenio de la mirada no pintoresca, que en un ejercicio de arqueología-ficción se torna rea, visible en la huella de color de los cuerpos en deriva.